Yoga

Yoga

Yoga y Salud

En la actualidad, existen numerosos sistemas para equilibrar y mantener el cuerpo en buen estado físico. El Yoga es el método humano más antiguo del mundo, originario de la India; cuenta con una antigüedad de más de cinco mil años.

Yoga (en castellano "yugo") es un término que significa "unión". Representa la unión del cuerpo y la mente y, asimismo, los métodos para recuperar esa unión. Consiste en poner bajo el yugo (yoga) la voluntad de la mente y las funciones psicosomáticas, aprendiendo a subyugar los pensamientos. Los ejercicios físicos de Yoga se denominan “asanas”, una palabra que significa postura estable que debe ser mantenida durante cierto tiempo. Las asanas trabajan en la maquinaria interna y externa del cuerpo: glándulas, órganos, músculos y sobre las partes más profundas y sutiles, actuando como una medicina natural.

Integrar las asanas de yoga con la gimnasia postural o de mantenimiento, supone un complemento idóneo para prevenir el deterioro del aparato locomotor. Los diferentes órganos, tanto internos como externos, son estimulados y masajeados a través de los diferentes movimientos de las asanas y son tonificados para que su funcionamiento resulte más eficaz. El desarrollo muscular no es siempre sinónimo de un cuerpo saludable; la salud es un estado en el que todos los órganos funcionan perfectamente bajo el control inteligente de la mente, de ahí que la combinación de ambas disciplinas se traduzca en resultados positivos desde el inicio de la práctica de los mismos.

Yoga para la Tercera Edad

Nunca es tarde para empezar a practicar yoga, en personas de avanzada edad, el objetivo de la actividad a realizar, va encaminada en perseverar en las partes del cuerpo rígidas, con el fin de desatrofiar y ganar movilidad de las mismas. Con las técnicas de yoga vamos trabajando nuestro cuerpo incidiendo en el aparato locomotor y actuando a su vez, en el desarrollo de la actividad mental y cerebral.

Yoga para la Tercera Edad 1

Con los ejercicios que se practican en cada clase, además del objetivo anteriormente citado, se pretende que cada persona individualmente tome conciencia del estado físico actual de su cuerpo y que aprenda a observar la reacción del mismo en cada uno de los movimientos que realiza. En primer lugar, las actividades a desarrollar se centran en la salud de la columna vertebral, dolencia acusada en gran parte de la gente mayor, con el fin de fortalecerla y mejorar su elasticidad, flexibilidad y la circulación sanguínea, que mediante los nervios tienen asegurado el abastecimiento de nutrientes y oxigeno.

Yoga para la Tercera Edad

Posteriormente, se trabaja sobre los órganos internos que son estimulados y masajeados a través de los diferentes movimientos, tonificándolos para que su funcionamiento resulte más eficaz. Cada persona realiza las asanas, hasta donde les es posible, nunca hay que forzar una postura, cada cuerpo tiene un grado de elasticidad distinto, pero con el tiempo todos nos favorecemos de los beneficios del yoga. Otro aspecto importante consiste en fomentar las relaciones humanas, tan necesarias en esta edad, y que mediante la práctica del ejercicio en equipo, se van estrechando lazos afectivos, favoreciendo la comunicación y una actitud positiva ante la vida.

Yoga para la Tercera Edad

El problema que más comúnmente se atribuye al envejecimiento, tal vez sea la pérdida de movilidad y memoria, pero gracias a la combinación de ejercicios de yoga se puede mejorar la movilidad para articular y la flexibilidad general del cuerpo mejorando dolencias tales como: la hipertensión, depresión, atrofia del aparato locomotor, problemas respiratorios, insomnio, fatiga crónica, etc. Con la práctica del yoga se va apreciando una notable mejoría en los problemas que presenta cada persona, derivados mayoritariamente de la edad y la inactividad de una vida sedentaria.

El yoga ayudara a conseguir:

Yoga para Niños

El yoga es muy beneficioso para todas las edades, pero especialmente para los niños.

A esta edad aprenden a conocer su cuerpo y su mente, mejorando su rendimiento en la escuela y su motivación por los estudios. Aprender a estirarse, a coordinar y conocer su cuerpo, a evitar alteraciones relacionadas con el crecimiento y a controlar la hiperactividad en niños muy agitados y nerviosos. También es beneficioso para niños débiles que rechazan otro tipo de actividades físicas.

Les ayuda a concentrarse, lo que potencia la atención y el desarrollo de la memoria del niño, pacificando sus emociones y canalizando el nerviosismo de manera constructiva. Con esto, ayudamos a prevenir y paliar problemas tales como el estrés escolar, ya que aumenta su seguridad y autoestima personal mejorando su rendimiento intelectual, etc.

Esta es la composición de una clase de yoga para niños:

Yoga y Embarazo

La experiencia de estar embarazada y dar a luz implica grandes cambios físicos y emocionales, y el saber cómo usar y adaptar las técnicas del yoga para respirar, moverse y relajarse durante esta época le ayudará a asentar unas buenas bases para sus años venideros como madre.

La adaptación de las posturas del yoga clásico para que encajen con la gestación puede variar entre las distintas escuelas de yoga. Hay que dedicar especial cuidado a la primera etapa de la gestación cuando, sin importar la buena forma en la que esté y su experiencia, el yoga suave es mejor que el ejercicio agotador. A medida que su bebé se vaya desarrollando la madre debe usar el yoga para fortalecerse, tonificarse y relajarse e ir haciendo más sitio para su bebé. Los músculos del suelo pélvico, forman una “hamaca” múltiple de músculos que se insertan en la parte inferior de la espalda y en los músculos abdominales, necesitan un entrenamiento específico para proporcionar al útero y a otros órganos un soporte óptimo para la gestación. La respiración profunda y los ejercicios preparan a estos músculos para que se conviertan en músculos para que se conviertan en “músculos del parto”, mediante el incremento de su elasticidad.

Aprenderá a reconocer, aislar y activar distintos grupos musculares, para que así pueda usarlos de la forma más efectiva durante el parto.

Su objetivo es el de “dar a luz suavemente”:usar su respiración para controlar estos músculos e incrementar la eficacia de las contracciones uterinas, al tiempo que mantiene el resto del cuerpo relajado. Cualesquiera que sean sus necesidades concretas durante el parto, la práctica de este tipo de yoga le permitirá liberar cualquier miedo o tensión mientras su bebé nace. Para sentir que tiene el control durante la gestación y el parto use el yoga; le ayudara a escuchar a su cuerpo y a responder de forma tranquila.

La relajación mediante la respiración profunda es una forma efectiva de aliviar las incomodidades o las emociones que le molestan desde un momento precoz, antes de que sea necesaria una mayor intervención. Una mayor conciencia de sus ritmos respiratorios, mientras se estira y se relaja, también le nutrirá creando una sensación de bienestar y satisfacción que se extenderá, a través de ti, a tu bebé, a tu compañero y familia. Los beneficios del yoga pueden continuar mucho tiempo después del parto, usando la respiración profunda para tonificar el suelo pélvico y para mantener el equilibrio de sus energías mientras se adapta a las exigencias propias de los cuidados del bebé recién nacido.